Las autoridades han decidido sacar a la luz las infiltraciones de las redes del narco en las filas militares y policiales para pulgar esas instituciones, desmantelar los puestos de drogas y garantizar la seguridad de los ciudadanos en las 32 provincias del país. Los primeros resultados son sumamente positivos.
El flagelo de las drogas se ha convertido en una amenaza, no sólo para nuestra juventud, sino para las instituciones responsables de garantizar el orden y la paz pública. En un año y medio han sido cancelados deshonrosamente mil 41 oficiales superiores y agentes policiales.
En sólo dos semanas han sido develados tres terribles infiltraciones del narco en las filas policiales y militares. El último caso fue en Puerto Plata, donde las autoridades cancelaron a 22 miembros de la institución llamada a garantizar el orden.
En Higüey la situación fue más grave, porque el fiscal adjunto que denunció el auge de los puestos de drogas, primero fue amenazado de muerte y posteriormente atacado a tiros, lo que demuestra que los capos de las drogas son desafiantes y no se amilanan frente a la autoridad que no se le doblega.
No hay comentarios:
Publicar un comentario