Las autoridades ejecutaron ayer un intenso operativo en el que fueron interrogadas varias personas, detuvieron tres prostitutas y una menor, y persiguen al propietario del establecimiento "La Buena Imagen", ubicado en El Callejón en el batey Santa Rita de El Seibo, donde se pudo comprobar existía un negocio de trata de personas en la que eran vendidas mujeres "para llevar" por desde RD$500 hasta RD$5,000.
La Procuraduría General de la República, al enterarse del caso, ejecutó a través del procurador fiscal de El Seibo, Enrique Estévez, un operativo para comprobar la denuncia publicada en la edición de ayer de Diario Libre, durante el que se pudo constatar la existencia de la red.
En el transcurso de las acciones llevadas a cabo, también participó el procurador fiscal del Tribunal de Niñas, Niños y Adolescentes, Wilfredo Peguero, quien dio seguimiento a la información de que en el negocio estuvieran involucradas menores de edad.
Al llegar al lugar las autoridades, que se hicieron acompañar de agentes de la Policía, pudieron comprobar la existencia del establecimiento regenteado por Pablo Lamú Noel, alias "Guebé" quien no se encontraba en el lugar.
Fueron detenidas para fines de investigación tres mujeres de nacionalidad haitiana, quienes confirmaron que laboraban en el lugar dedicado a la prostitución y al expendio de bebidas. Las detenidas fueron Taliná De Izo, de 20 años; Moda Filollé, de 19 y Ferná Yisé, de 30 años.
A las detenidas se les practicó un peritaje, por parte del odontólogo Daniel Medina, a fin de comprobar si sus edades se correspondían con las mismas, según la prueba que se les realiza en las encías.
De acuerdo a las informaciones recogidas en el lugar, se vendían los servicios sexuales de mujeres de diversas edades, por RD$300 en el lugar, RD$500 para sacarlas del establecimiento, y hasta RD$5,000 para llevárselas y quedarse con ellas.
El procurador fiscal Enrique Estévez (Henry) realizó un recorrido por el vecindario, tras la denuncia de que en casas de vecinos eran escondida las mujeres que estaban en el negocio, pudiendo comprobar que fue escondida una menor de edad, aunque alegó tener 18 años. Las mujeres del lugar tienen en común que no hablan nada de español sólo creole y para interrogarlas fue necesario un traductor.
Estévez, al disponer el cierre del lugar, ordenó que se le colocara un aviso de la Fiscalía y advirtió a quienes residen continuo a las habitaciones, que no se permitirá este tipo de negocios en el lugar.
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